Se trata de un ritual de purificación en el que se emplea un mantra para alejar desastres y se tocan 108 campanadas, antes de la medianoche, cada una de las cuales sirve para purificar las 108 aflicciones que causan todos los sufrimientos y que se quedan en el año viejo.
También se ofrendará incienso en gratitud al año que pasó, se obsequiarán muñecos tradicionales para pedir deseos para el Año Nuevo y se compartirán comidas y bebidas tradicionales peruanas y japonesas.
El costo de participación es de S/. 40. La actividad se realizará en un local distinto al templo de esta comunidad budista. Mayor información llamando al teléfono 654-4202.